gastronomía y buena vida

18 de mayo de 2017

Fina Catalina, la vida es Bella...

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Experimento completado y superado con éxito. Nos plantamos con aire despistado y un hambre descomunal a la orilla del Parque del Retiro, Madrid (C/ Castello, 1) siguiendo la estela de los comentarios de muchos amigos que habían pisado ‘Fina Catalina’. Como grandes amantes de la comida italiana, nos preparamos para disfrutar de la experiencia y la mente abierta para viajar al país vecino en busca de sus sabores mediterráneos.

Sin identificación de El Triclinium abrimos la puerta del local. Lleno hasta la bandera. Era simplemente un experimento. Hartos de camareros bordes y metres que levitan, lanzamos la caña en busca de todo aquello que nos encontramos: armonía, trato excelente y una sonrisa gigante. Nos hicieron esperar un minuto mientras dos de los responsables trazaban un plan genial para habilitarlos un lugar donde degustar todos los platos que ofrecen en su variada carta.



Un 10 por el trato, el cariño con el que tratan al cliente y el mimo que emplean para hacerte sentir bien. Si la comida la hacen con tanta dedicación… pues sí. Nos reciben con un espumoso (excelente elección) y mortadela italiana para abrir boca. Empezamos a dibujar nuestra cena con Provolone Pizzaiola. Delicioso. El tomate da un sabor especial al plato, se nota que los productos están bien escogidos y que la calidad de los mismos es alta. La focaccia permite degustar el plato sin robarle sabor, aportándole detalles que nos deleitan en el paladar.

Siguiendo los consejos  de la camarera, repartimos esfuerzos en dos de los platos estrella de la carta. El primero por el que nos decantamos, la Pizza Fina Catalina. La ligera masa de nuestra ‘lagna’ y su elaboración al horno nos dejan un olor que alimenta y un sabor que enamora. Poco duró en la tabla en la que apareció en nuestra mesa. Para los románticos, una pizza de toda la vida. Aunque he de decir que nos quedamos con las ganas de probar la de la mesa de al lado. Si, como suena. Levantarnos y sin pedir permiso, quitarles una porción. Eran dos jóvenes enamorados que
charlaban, reían… y disfrutaban de la pizza Tartufo, con una trufa negra que gritaba a pleno pulmón “estoy aquí”. Volveremos a por ti, no sufras.

Enfilamos el tramo definitivo con el risotto de setas que tiene una pinta excepcional. Al dente y en una gran ración, nos crujimos todo el plato… y para cenar!!! No es demasiado pesado y no decepciona en cuanto a sabor. Las setas son grandes amigas en este tipo de platos y cada grano se disfruta.



Para un hombre como yo, la cena casi ha terminado. Pero para vosotros, ‘postreros’ apasionados, no os perdáis la panacotta. Dicen, dicen que es una maravilla. Metí cuchara pero tengo poco con lo que comparar por lo que me quedaré con la cara de placer que puso mi compañera de cena que entre que la disfrutó entera y que estaba riquísima, cerró la noche de la mejor manera posible. 



Lugar recomendable 100%, atención de 10 y alta calidad en los productos que debes probar. Ese tipo de lugares a los que volverás, al que volveremos. Más pronto que tarde. Prepárate trufa,

-FINA CATALINA 

-Calle de Castelló, 1

-Ticket medio: 20/25 euros


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