8 de agosto de 2015
La Curiosidad de Mauro: tatuando paladares
Siempre, desde tiempos antes de escribir humildemente sobre restaurantes. Siempre, cuando preparaba algun viaje, lo primero que buscaba en mis blog de referencia era donde comer, cenar, etc... Ahora que también aconsejamos nosotros, no íbamos a perder esa sana costumbre en nuestro ultimo viaje a Cadiz. Así, consultando a unos y a otros, al final llegamos a la misma conclusión, dos nombres imprescindibles: Aponiente y La Curiosidad. Por falta de tiempo para visitar ambos, nos decidimos por "La curiosidad de Mauro" del Chef Mauro Barreiro.
No somos biógrafos y no queremos dar la "chapa" como diría mi querido Javi Amaro, pero al menos decir algo sobre Mauro. Ex jefe de cocina del estrellado Skina de Marbella, Mauro regresa al origen, a su pueblo, Puerto Real con la firme idea de rendir un homenaje diario a la cocina de su tierra, a sus productos y a su gente. Con un local moderno, de enorme cocina vista de gigantescas cristaleras, La curiosidad nos propone un salto al vacío de los sentidos, un golpe en el paladar con cada bocado, una apuesta arriesgada en una ciudad de trabajadores y en un barrio de bares de toda la vida. Un tío con dos narices.
La cena, que se alargo mas de lo debido por motivos ajenos al restaurante, fue un continuo vaivén. Con platos memorables , algunos mas flojos y la repetición de algunas técnicas, nos dio la sensación de aun estar buscando un menú perfecto, que no dudamos que pronto llegara. Aun así, ya decimos que disfrutamos y mucho de una experiencia inolvidable, pues como reza en su carta, en La Curiosidad estan "Tatuando Paladares".
En esta ocasión y como casi siempre, menú degustacion que vemos, menú que pedimos. Y si la opción es el menú mas largo aun mejor. El afortunado fue el menú Mauro Barreiro ( 55 euros sin bebida) que consta de unos 15 platos (aperitivos, entrantes, principales y postre).
-De primeras unas "regañas" artesanales y mantequilla especiada para untar. Ademas la primera "curiosidad" del menú, la tortillita de camarones, pero no la clásica, mas bien un estilo "pan de gambas" verde con el inconfundible sabor a aceite, masa y camarón de las verdaderas tortillitas. Buen comienzo.
- A continuación, dos de los mejores bocados del día: "El filipino de foie" ( genial ) y el "Bombón de queso, pimiento y anchoa". Dos bocados de nivelazo que van alegrando la noche. Pura intensidad el bombón, sabores limpios y muy logrados.
- "Brandada de ventresca de bacalao, membrillo y maíz tostado" Untuosidad, potencia y leve dulzor. El juego de Mauro se va viendo en estos pequeños detalles. El día que rompa va ser una bendita locura cada bocado.
- Aquí el primero de los platos que genero controversia. "Gazpacho de jalapeños, ostión helado y chanquetes" Para un servidor, un plato de los que marcan, un plato con mucho que contar. El picante de ese genial gazpacho, el frío del helado ( muy conseguido ) de ostión ( molusco bivalvo parecido a la ostra ) con saborazo a mar que tira para atrás y un leve crujir de los chanquetes. PLATO. En mayúsculas. Mi acompañante y feroz crítica advierte de la potencia del invento. Abstenerse los recelosos del picante. Ella no pudo con el plato, el cual como gran caballero ayude a terminar gustosamente.
-En el menú nos tocaba el tomate con túnidos, un tranpantojo del que me habían hablado maravillas, pero en su lugar nos sirvieron un "Tataki de atún y ajoblanco". El cambio, algo decepcionante, debido a la proliferación de este plato, que ya habíamos probado parecido en otros lugares. El caso que el atún estaba muy bueno, leve toque de plancha y el ajoblanco era suave, como para beberse una jarra bien frío. Luces y sombras.
-"Dexter, tartar-tiradito de bonito" . Tartar de bonito, macerado, coronado por un helado de mostaza y servido sobre una sierra. Sin más, bueno si, sangre de remolacha y jengibre. Atrevimiento o locura. Homenaje "sangriento" al asesino mas televisivo, Dexter, de la serie homóloga. Un señor plato. Máxima calidad del atún, brutal. Había leído que era difícil de comer, que la sierra bailaba, que se caía el pescado. A mi me resulto super divertido de comer. Bravo.
-"Rollito de cazon en adobo, con caldo quemao de verduras". Un plato de elaboración compleja. Técnica y trabajo. El resultado es cuanto menos bueno. El sabor del caldo ayuda a mejorar ese curioso cilindro con sabor a cazón.
- Continuamos con la ultima maravilla de la noche, que no el ultimo plato del menú. "Taco de atun rojo de almadraba sobre arroz ahumado de anguila" Para llorar. Un plato que bien merece una visita. El arroz perfecto de punto, untuoso y lleno de sabor ahumado. El atún...jamas en la vida puedes hacer mal un pescado de tal calidad. Lógicamente estaba perfecto. Pero ese arroz...una maravilla.
- Cerramos lo salado con el plato "Solomillo o carbón" otro de los platos polémicos del día. Si bien la idea es original, arriesgada y el sabor es muy bueno, quizá se pierde el punto de la carne en la elaboración del plato. Desconocemos la técnica para darle ese tono ennegrecido a la carne, la cual nos llego con un tono rosa pálido en el interior. Menos hecha y salgo llorando de allí. Mi acompañante, critica como ella sola, también percibió cierta falta de "ternura en la carne", y de nuevo un servidor ayudo a terminar su ración. Plato para darle una vuelta, pues creo que tiene muchas posibilidades.
- Finalizamos con los postres: "La reinvención de la tarta de zanahoria" muy original y bien terminada, "Chocolate, cacao y emulsión de creme brüle" ¡¡oh, la, la!! quizás el mejor de los dos postres. Nos gusto mucho esa crema emulsionada. Además unos petit fours muy buenos.
La comida, ademas de una cerveza de la zona artesana, fue acompañada por un vino blanco "San Clodio" D.O Ribeiro.
En definitiva, un sitio al que ir si o si. Ya se sabe, las opiniones son libres. Nosotros podemos ver negro donde es blanco y viceversa. En este caso no nos equivocamos y La Curiosidad bien merece una visita. Por atrevimiento, ganas y un equipo super agradable.
Acabamos esta crónica, agradeciendo a Mauro y a su equipo (geniales las dos chicas que nos atendieron), la paciencia que tuvieron con nosotros ese día.
La curiosidad de Mauro Barreiro, Calle Real, 208 B, Puerto Real, Cádiz
956 99 22 88
Menú Mauro Barreiro: 55 e sin bebidas
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