La Galamperna, el último tesoro de Gredos...

La Galamperna (nombre proveniente de un tipo de seta, la autentica pasión de Julián, chef y dueño del lugar) nos presenta un restaurante, en el que a pesar de poder encargar platos como algún asado, carnes o arroces (lo dicho previo encargo) su gracia estriba en dejarse guiar por Julián y el menú que ese día haya decidido poner. Todo sorpresa, a ciegas, algo que no abunda hoy día en menús super preparados y pensados al detalle. Los alimentos con la mínima e indispensable manipulación para mantener la frescura máxima. Nos encanta esta forma de entender la cocina. Sin químicos ni florituras innecesarias. Simplemente PRODUCTO.

Tras unos minutos de sinuosa carretera que desde el Barco de Avila nos lleva a la Nava del Barco, el pueblo donde se sitúa el Hotel/Restaurante, llegamos a una enorme casa convertida en hotelito, con un jardín maravilloso y un huerto, del que Julián obtiene los productos "verdes". Cocina de proximidad que se llama. Todo obtenido cerca de la zona, productos de la tierra.  Montse, esposa de el chef, es la encargada de servir las mesas y en general de dirigir el Hotel.

Tras acomodarnos en una mesa del jardín con vistas a esa maravillosa sierra, comenzamos el espectáculo:

-Croquetas de chipirones en su tinta. Promete y ofrece lo que esperas. Perfecta ejecución. Unas croquetas como nos gustan, melositas.

-Gamba rebozada en coco y crema de yogur y coco. Sorprendente el rebozado, la crema esta muy rica pero quizá un toque de frío no hubiera venido mal.  

-Cecina de León, aceite y polen. Plato perfecto. Contraste puro. La cecina excelente de sabor con un leve toque ahumado y ese polen de sabor intenso (su gusto toca el salado, el amargo, el dulce y el ácido) que aumenta la sensación. 

-Boletus y yema de campo. Boletus a la plancha con una yema de huevo encima. Mezclar y gozar. No hay nada mas que añadir.

-Judías del Barco con callos de bacalao y oreja de judas. La judía del Barco con D.O propia es el producto mayúsculo de esta comarca. Sublime legumbre de fino sabor. Aquí Julián las prepara de mil maneras, en esta ocasión con unos callos de bacalao de sabor potente y unas setas oreja de judas, con esa sensación de estar comiendo lo que su nombre indica. Leve resistencia al masticar que recuerda a la ternilla. Espectacular plato. 

-Ajo blanco con chipirón. Potente ajo blanco acompañado por chipirón a la plancha. El invento da como resultado que ambos productos casan a la perfección, aun así predomina levemente el ajo blanco. 

-Bacalao confitado y ensalada templada de borrajas y calabacines baby. Tremendo bacalao, perfecto de punto. Para comerlo lasca a lasca disfrutando. Se acompaña de verduras del huerto de la casa. Las estupendas borrajas ya de por si podrían tener un plato propio.

-Fresas silvestres,chocolate blanco, crema de queso, migas de pastelero, albahaca y hierbabuena. Postre cumbre, para finalizar un menú total. De nuevo productos del huerto, como esas brutales fresitas silvestres. Ver a Montse recoger la albahaca y la hierbabuena al momento de servir el postre es una gozada. Servido en una copa de cocktail, varias capas de placer nos esperan. TOP. (No hay foto del postre, sorry)

En definitiva, sin ser sitio de paso, merece el desvio de pocos kilómetros para disfrutar de una comida poco "común". Ademas del atractivo del hotel ( vimos las habitaciones con Montse, un detalle) con esas "suites" decoradas con gusto y mimo. Nosotros este verano volveremos seguro a probar ese brunch que ofrecen en AGOSTO de 13:00 a 15:00 todos los domingos, en el que dicen casi no se puede ni pasar de la enorme afluencia.

-Hotel Rural "LA GALAMPERNA"

-La Nava del Barco (AVILA)

-Precio "Menú Degustacion" 38 euros (bebida aparte)